Esto es lo que le sucede básicamente a nuestro Cuerpo de Luz Solar cuando los “vientos solares”, formados por partículas energéticamente cargadas, entran en nuestro campo. Parece muy bonito y nos hace resplandecer con un hermoso brillo. Pero el cuerpo todavía está acostumbrándose a manejar este incremento de la radiación y la luminiscencia, por lo que es posible que sientan que su ansiedad aumenta. Esto se debe a que la luz, en forma de impulsos eléctricos, es conducida a través del cuerpo por el sistema nervioso. ¡La manera de generar equilibrio, como me dice el Arcángel Miguel, es aumentar la ingesta de Agua! Sí, el agua actúa en el cuerpo como conductora de la energía, ayudando a amortiguar y absorber los efectos derivados del aumento de la Radiación sobre en el cuerpo físico.
La “Purificación” de la que Él habla es una purificación del cuerpo físico a fin de que a éste le sea posible contener más Energía Lumínica y sentirse más cómodo con este incremento de la radiación que se produce al ir haciéndose más potente nuestro Cuerpo de Luz Solar, convirtiéndose en parte nuestra. En este tiempo, nuestro Ser Superior está llevándonos hacia maneras nuevas de limpiar nuestro cuerpo a niveles celulares e histológicos profundos. El agua es la sustancia que va a limpiar nuestros cuerpos, facilitando este proceso de purificación y de limpieza física.
El propósito de esto es conseguir que el cuerpo físico sea capaz de absorber energía procedente de fuentes distintas a la comida. Hace unos cinco años, como parte del trabajo que hicimos sobre la “Plantilla Original” del Cuerpo Humano, el Arcángel Miguel me contó que el cuerpo fue diseñado con un Sistema Digestivo concebido como sistema secundario o de reserva para el aprovisionamiento energético. De manera primigenia, el cuerpo se diseñó para captar energía de la Luz y del Agua. Por lo tanto, la creencia tridimensional que arrastramos de que todos nuestros requerimientos energéticos deben recaer en la comida no es cierta de acuerdo con el diseño original o pentadimensional. Sin embargo, en estos momentos nuestros cuerpos se encuentran realizando una transición y, desde luego, no es una buena idea que dejemos de comer en la creencia de que no necesitamos comida. En cambio, lo que necesitamos ahora para asegurarnos la mayor vitalidad y salud, es una simplificación de la dieta alimentaria, haciendo énfasis en la importancia de tomar agua limpia y pura.
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